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Todos podemos liderar el cambio educativo

Mucha gente duda ante la idea de liderar y mucho más cuando hacemos referencia a este liderazgo en el mundo educativo. Claro, todo el mundo piensa: "Liderar, ¿cómo alguien como yo va a liderar algo con lo insignificante que soy? Esto es así porque creemos que "siempre hay alguien que nos tiene que ordenar o dirigir" y que sin esa autoridad somos incapaces de liderar. Las cosas están cambiando y el mundo de la educación no es ajeno a estos cambios. Por este motivo necesitamos gente apasionada por el cambio, gente que quiere que ocurran cosas y que la educación mejore en el más amplio sentido de la palabra. Cada uno de nosotros tenemos la oportunidad de convertirnos en una figura clave de este movimiento que estamos poniendo en marcha desde la Alianza Educativa pues liderar consiste en eso: en crear cambios en los que tú crees. 


Todos tenemos en el mundo educativo muchísima más influencia de la que realmente pensamos. Tenemos ideas y un movimiento que ahora iniciamos. Vamos a darles un impulso y a conectar con más gente que quiera unirse a nosotros. 


Y tú, ¿vas a quedarte ahí quieto esperando a que ocurran cosas o quieres liderar este cambio educativo y hacer que sucedan cosas? Contamos contigo. Te esperamos.

Podemos mejorar la educación. Nuestras 10 propuestas.

Desde la Alianza Educativa estamos muy interesados en mejorar la educación, en la medida de nuestras posibilidades.Todos podemos aportar nuestro pequeño granito de arena para conseguirlo. Este artículo escrito por Óscar González director y fundador de la Alianza Educativa pretende aportar ideas frescas para impulsar una acción educativa optimista que nos aparte del desánimo y derrotismo generalizado. 



Hace un par de años, Javier Urra me pidió que le enviara una “pequeña colaboración”, unas notas contestando a la pregunta “¿Qué es necesario para educar correctamente?” para su magnífico libro Educar con sentido común, en el que participaron muchísimos profesores tanto de infantil y primaria como de secundaria de nuestro país. En lugar de escribirle una serie de ideas sueltas pensé que podía ser interesante elaborar un Decálogo para educar correctamente. 

Fruto de ese decálogo para educar correctamente nace este artículo que he titulado 10 propuestas para mejorar la educación. No me gustaría que se tomase como “un conjunto de diez principios o normas considerados básicos para el ejercicio de cualquier actividad” sino como una serie de ideas o apuntes que, ojalá puedan servir para hacer reflexionar sobre cómo mejorar la educación. Como en todo, lo más importante es que no quede en una exposición de ideas muy bonitas plasmadas en papel sino que nos comprometamos a llevarlas a la práctica. La situación actual nos obliga urgentemente a pasar a la acción. Estas son algunas de mis humildes ideas para intentar mejorar la educación:
1. Muchos problemas de la educación actual surgen, entre otras cosas, porque no todos tenemos el mismo concepto de qué es educar. Pongo varios ejemplos clarificadores: el padre que se atrevió a cometer la imprudencia de salir junto con su hijo (menor de edad, por cierto) en los Sanfermines delante de los toros creía que estaba haciendo lo mejor para la educación de su hijo en ese momento. De la misma forma que el padre que cada fin de semana lleva a su hijo realizar actividades al aire libre en plena naturaleza cree exactamente lo mismo. Vemos pues, en estos dos breves ejemplos, que hay maneras dispares de dirigir la educación. Pero, ¿qué es mejor y qué es peor? Esto es difícil de afirmar pero considero que lo primordial es que por lo menos lleguemos a un acuerdo en los valores básicos que debemos transmitir dejando a un lado la afirmación más extendida en el mundo educativo actual y que nos está encerrando en un callejón sin salida: “Todo vale”. No señores, todo no vale.
2. Lo que he destacado en el primer punto es fundamental ya que vivimos, convivimos y educamos en sociedad. Esto quiere decir que la forma de educar de mis vecinos, de mis familiares, es decir, del entorno va a afectar de alguna manera u otra a la forma en que yo educo a mis hijos. Es la sociedad entera la que educa y por tanto somos todos los que tenemos que colaborar para que la educación cambie a mejor. Si logramos esto, veremos que nos será mucho más sencillo educar y no tendremos esa sensación de que educamos a contracorriente sino con el viento a favor.